"por un minuto de vida breve
única de ojos abiertos
por un minuto de ver
en el cerebro flores pequeñas
danzando como palabras en la
boca de un mudo"
—Árbol de Diana, 5
Alejandra Pizarnik
Ver amanecer tres veces
desde el tumor estático de mis pupilas.
Qué difícil mantener el cuerpo tibio
tendida sobre el Ártico.
No distinguir siquiera
la vigilancia circular del cuervo.
Qué respirar si el aire olvida,
si ya no hay ser, ente sintiente,
solo el húmedo envés de las vértebras,
la rigidez del músculo.
No alcanzo a ver al cuervo
que me devora las piernas.
Un pequeño diente es suficiente.
Una pestaña enterrada es suficiente.
Pero yo solo soy una mancha azul
tendida sobre el Ártico.
Al fondo de la luz apenas brilla
la insistencia de un graznido.
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