Situación: Mirando los patos en el lago, el agua está congelada. Al fondo hay una caravana llena de gente muda. Alguien siente las orejas calientes bajo su gorra con forro, está dentro de un taxi y mira por la ventana, también ve el lago helado y se pregunta por los patos.
...
Parece que no queda más remedio, tendrá que ser cruento.
Tengo miedo.
Pero no puedo seguir así, es agónico.
Estoy intentando ver a todo el mundo. No sé por ni para qué. Quizás por eso no le estoy poniendo demasiado empeño, hace tiempo que me alegra que me digan que no. Una molestia menos, una ansiedad menos. Además no me creo nada, tampoco de mí.
Suena cínico, es asqueroso.
Me pregunto muchas cosas, salgo a correr todos los días a ver si me canso y me calmo, pero aún siento mucha ira, no sé si es ira o frustración, la verdad, pero tampoco importa ¿no es así? Hay cosas más importantes que no entiendo.
Hago tantas cosas como cosas me pregunto, pero simplemente estoy más cansada y desbordada. No hay cambios.
Tengo miedo de que no funcione, de que no lo logre. Tengo mucho miedo del dolor, pero ¿no es que ya lo tengo? De todos modos, hay un tipo de dolor físico que me gusta, no es masoquismo, no es nada obsceno. Ese dolor... simplemente me hace sentir, porque siento que lo merezco, y eso es sentir, y es un tipo de dolor soportable. Y se queda, esas marcas en el cuerpo se quedan, y también puedo sentirlas. ¿Qué tipo de dolor físico me da miedo, entonces? Yo también me lo pregunto mucho, y me regaño también otro tanto por ser tan cobarde, por ser tan antítesis.
Dije, algún día entenderé por qué dios nos odia, luego recordé que era atea.
Ahora que lo pienso... no creo que pueda ver a mucha gente, si soy sincera, claro que... no es como si importara, eso siempre lo he sabido.
¿Quizás soy más consciente desde que me acepté como monstruo? El monstruo que soy aunque no quiera. Nací en él. Dentro, fuera.
Ni siquiera recuerdo exactamente qué día comencé el entrenamiento, cuándo fue el día que me vi el monstruo, el día que vi claro qué merecía y qué no, el día que empecé a usar una goma de borrar por dentro, pero a veces me vienen pequeños destellos de anotaciones en el desahogario, recuerdos de cuando la idea empezaba a entrar en mi cabeza, lo que sentía... Ahora cada vez siento menos y todos los sentimientos se parecen, hace muchos años de eso... aunque también es verdad que la otra idea es mucho, mucho más antigua, casi nací con ella grabada ¿no crees? Creo que ni siquiera puedo culpar a ningún trauma por ello. Cualquier cosa, solo estalló lo que yo ya era.
Pensaba en ello cuando aún ni siquiera lo entendía, lo vi escrito por mí aquí y allá, no logro recordarme escribiendo aquellas cosas, pero ponía la fecha.
Yo no sabía que con ciertas edades se podían pensar ciertas cosas.
Ojalá todo hubiera sido de otra manera, pero sigo aceptando, como la rendida que soy.
Tampoco hay nada que pueda hacer para evitar nada ¿no crees? Solo soy una humana, al fin y al cabo, una humana monstruo, defectuosa, pero humana. Qué puedo hacer yo para evitar nada, para cambiar nada.
Creo que la goma de borrar está ya muy desgastada.
Es posible que esto sea lo de siempre y que sea lo último, y da lo mismo, estoy enferma de hablar, la idea de mantener una conversación se me hace cada vez más pesada, estoy cansada de escribir, por eso cada vez lo hago peor, ya no me importa, he perdido todo lo que me parecía importante. He querido ser mejor, pero sigo siendo solo yo.
Ya, yo tampoco entiendo entonces por qué ahora esto. Si tan cansada estoy de escribir qué escribo y qué hablo, yo tampoco lo entiendo. Qué más da. Quién. Cuándo. Qué.
Me hago muchas preguntas, pero nunca entiendo nada.
De todos modos, ya solo me fío del dolor.