“Las observaciones y vivencias del solitario taciturno son al mismo tiempo más confusas y más intensas que los de la gente sociable; sus pensamientos son más graves, más extraños y nunca exentos de cierto halo de tristeza. Ciertas imágenes e impresiones de las que sería fácil desprenderse con una mirada, una sonrisa o un intercambio de opiniones le preocupan más de lo debido, adquieren profundidad e importancia en su silencio y devienen vivencia, aventura, sentimiento. La soledad engendra lo original, lo audaz e inquietantemente bello: el poema. Pero también engendra lo erróneo, desproporcionado, absurdo e ilícito”.

—La muerte en Venecia, Thomas Mann.

lunes, 28 de agosto de 2023

Austeridades de sal

I
La puesta de sol 


Quemando mis retinas cada atardecer 
Manchas moradas flotan en el aire
La Tierra tiene muchos soles
que hacen olvidar  
la posición de la luna

Los pájaros vuelan tranquilos
hacia el oeste del Gran Nido
Cuando está casi acostado
puedes mirarle de frente

Las nubes también le miran
Cada vez más minúsculo 
solo una rayita 
y al final el fondo de un cuadro

Entonces me levanto 
y me marcho sola a casa
escuchando mis pisadas

II
Las salinas


Esencia de hadas 
salpicando el fondo
El hechizo no se abre 
si no reflecta el sol 

De sal las halobacterias 
que bucean
y salinas sus microalgas

Sus pigmentos carotenoides
vuelven las aguas rojizas
y sirven de alimento para la artemia

Las microalgas alimentan la artemia
La artemia alimenta a los flamencos
y a las gaviotas picofinas
La naturaleza nos alimenta el alma

En las orillas
las piedras juegan a la nieve
cubiertas de rosas blancas
con geometría perfecta 

Sus pétalos nunca caerán
ni aullarán de frío 
Serán de sal hasta el invierno
y luego empezarán a disolverse

Cuando al nuevo año la sal florezca
Serán de luz sus estructuras 
Y harán ramos de sed para plantarlos
En el fondo de mi boca seca

III
La playa, el puerto, 
mar en calma



Teme cuando se acerca el buen tiempo
pero en los meses más duros
echa de menos
la algarabía de sus lejanías 
Las risas amortiguadas
de los veleros y pequeños barcos

Acostumbrada a la escisión
del trazo de los navíos
se afana en sanar rápida
la cicatriz de la popa
en decorar de vida
la parte sumergida que le prestan 

En vaivén mientras reposan
Los acuna 
hasta que puedan volver a andar

Juega a dibujarse peces 
de dedos plateados
Juega a dibujarse círculos
en peonzas de arena 

Grandes medusas 
le hacen cosquillas
con la pomposa exhibición 
de sus tentáculos 

Y a veces se tiende a hacer el muerto
observando la austeridad del cielo
Azul se mira en el espejo

En la noche teje alfombras 
para enredar los pies diminutos de los niños
Fabrica pequeñas combas
que acabarán
de hierba frondosa en sus castillos

Y cuando las casas de los ermitaños cierran 
sacude tímidamente las conchas con sus olas
para decirme adiós 


IV
Lunas 


El ecosistema se nutre 
de sus rituales
Los rituales del cosmos

Cada noche rinden culto
a las gracias de Lantía
engalanando en púrpura
los diques corvos de su bóveda

No se entregan por rutina 
sino por adoración sagrada

A la protección del círculo
fieles grillos entonan sus devotas oraciones
Mosquitos danzan por la sangre
La vida foránea subyace
hasta el fin de los invasores

Me han aceptado
como una más de la manada
puedo orar en silencio
ungiendo la santidad del agua

Unto mis manos con sal
y revelo las estrellas
en su bondadosa frente 

Mañana se ocultarán
y de nuevo nadie sabrá nada


 V
Gatos a mediodía 

Fotografía de Noemi Sánchez Chamizo

Reunidos sobre las grandes rocas
hipnotizan el cristal líquido
que las salpica

Han nacido con el don de la observación 
y de sentir la piel del horizonte 
como propia

Podrían ser fugaz y pluma
Agitar el viento grácilmente
en sus pisadas

Pero aguardan 
sobre ovillos de salitre
conservando en jade 
el denso agua

Quien es paciente logra
vencer el vértigo
de no poseer nunca 
el mar inmenso

Quien se mantiene estoico
descifra las reliquias
de la abisal llanura

Desde sus ancestros  
jóvenes y ancianos los protegen 
porque saben 
que son la llave a la sabiduría

Y aunque aún liberan sus garras
y afilan el vientre de los riscos
Aceptan con gratitud y humildad 
la ofrenda seca de sus súbditos 
deslizando ligeramente
una genuflexión en los ojos

Luego serenamente 
se vuelven para escuchar
el lenguaje oculto 
de los corales

Quizás si sin pretensión me siento
y aguardo en silencio 
el sosiego de respirar junto a ellos
yo también logre entender
el canto de las algas


VI
Retorno de las gaviotas al anochecer


    


Sabe a colores que caen
a cielo que se degrada
Cuando arquean sus alas
y dirigen su sonar 
hacia el Gran Faro de Lantía

entonan canciones de marinero
para que ella también conozca
todo aquello que sucede 
cuando aún no puede ver

Regresan a casa sin melancolía 
Como Gran Faro
no tienen conciencia 
del paso del tiempo
Se dedican felices a sus trabajos
e imitan sus tareas de flexura

Flotan sin esfuerzo 
y todo encaja
Todo fluye

Yo también quisiera
volar tranquila 
hacia el eterno inicio

Pero me llora siempre
el pecho
fracturándome las alas
cuando se alejan

y se vuelven puntos camuflados
entre cristal tintado

y sus canciones 
ya no son más que un silbido 
que saben a fin de último día 


VII
En la orilla


Como yo no tenía lenguas
marinas
con las que tallar su historia 
hacía uso de la punta de los
dedos 
para trazar semicírculos
enredados por el ombligo
y presentarle así  
a las palmeras

Con la brisa
se elevaban remolinos 
de arena seca
que aportaban
un tronco a las raíces 

Como ella no podía caminar
dejaba que subiera 
a mis talones
y peinara su melena 
simulando 
ser estela en vertical

El sol serpenteaba
los pasos del agua
dejando culebrillas fulgentes
en la superficie

Y ella guardaba a sus hijos 
en el marsupio
albergando
farolillos de nácar
que se proyectaban
del nadir al cénit
para aliviarles del miedo

Es amiga de los objetos 
que brillan 
Del reflejo de las colchonetas
que distraen a los correlimos
de la pesca

Cuando yo me vaya
y progresivamente huya
la piel canela
Las olas seguirán grabadas
en arena bajo la orilla

Antes le dije
No necesitamos conocer 
el mismo idioma
yo también sé de la travesía
de la transparencia 

Le dije comprendo 
los laboriosos jeroglíficos
que subyacen

Y aún negadas de presencia
podremos llevarnos más allá 
de lo que el ojo puede ver

Escribe pronto

Dos soledades no necesitan
un lenguaje
para comunicarse



Nota y agradecimiento

Aún queda marea
que no quiere ser escrita 
Y todavía
no me presta las palabras

Esperaré

Quizás en pleamar 
se ice Quebec

A son de mar
a son de vida arribará

y en susurro 
voz de sal 
sal de letras

y allá dónde mire
el mar

Gracias






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