He llegado aquí
como el viento a la costa
y diré
que no entiendo el nacimiento
desde entonces.
Y es
desenredar un holograma
que no logro deshacer
o mirar una sombra
circular durante el día:
Una sombra no es un objeto.
Una sombra nunca encuentra
la posición del objeto,
pero si la sigues
puedes intuir su forma.
Una pulpa de medusa
escapa
de mi boca y habla
en el lenguaje horizontal del agua.
Y es
como ser lanzada
entre el océano y la tierra
y ser
un náufrago a la deriva.
Pues no es el mar ni la ola brava
quien enrojece las banderas,
sino la inseguridad del hombre.
Yo también he intentado rasgar la piel,
la superficie escama de esos hombres:
Solo hallé más superficie.
Y es
como sembrarse en la tierra y ver
el flotar de pétalos unidos
por una línea telaraña
solo evidente con el sol,
o no encontrar una palabra
que lo abarque todo.
Y he llegado aquí
para dejar constancia
de que el mundo
es como llenarse el vientre
en cada ráfaga
de nidos huérfanos y huevas
que tampoco sabrán cómo
ni dónde existir.